Redacción The Experiencer
Lo que fue una pequeña estructura abandonada por años a orillas de la costa oeste de la Isla Pico, en Portugal, se restauró para convertirse en un restaurante- bar de imperdible visita para los que gustan de una buena cerveza, mientras contemplan un hipnotizante paisaje, acompañado de algo de rock & soul.
Al tener de frente la espectacular vista de la isla de Faial, será difícil querer abandonar la mesa de este bar que se mimetiza con su entorno isleño.

Desde su interior puede contemplarse un paisaje excepcional a través de sus ventanas circulares, pero nada supera a su terraza. Ambos edificios recrean cuatro espacios separados; en la planta baja está el restaurante principal, dejando en el nivel interior un espacio más escondido. La terraza se encuentra en el superior y es el sitio más solicitado por obvias razones.
Se trata de un espacio de 322 m2. Se compone de dos edificios: lo que fuera un granero de paredes de piedra y una extensión de madera en curva, que se asemejan a una ballena y a un barril de vino a punto de derramarse.

Imperdible: Pasar horas en la terraza del patio superior disfrutando de un concierto acústico en fin de semana y de su menú de tapas, maridadas con un buen vino local, o como entrada a un jugoso filete. Si es de día, muchos visitantes se relajan y se recuestan sobre el patio principal para bañar sus pies en el mar. Por la tarde se sirve el té.
- Arquitectos: FCC Arquitectura.
- Diseño: Paulo Lobo.
- Ubicación: Madalena, Portugal. Inauguración: Verano de 2015.
- Material: Madera de ciprés, piedra volcánica y tejas de arcilla.