Ninyas, el restaurante samurái con espíritu taquero

Por Pepe Treviño

La bonita colonia Juárez, en CDMX, tiene un spot gastronómico que ha captado la atención de los foodies más singulares, aquellos que buscan saborear platillos japoneses con un twist mexicano.
Se trata de Ninyas, un espacio muy sui géneris, diseñado por el máster de la arquitectura, mexicano, Ignacio Urquiza, quien logró crear un spot muy instagrameable, donde convive el sazón con el diseño, con una esencia de taquería mexicana, comunal, que permite convivir con otros comensales mientras se disfrutan de diversos platillos.

SABORES THE EXPERIENCER

La carta es corta y contundente, no se andan con rodeos. La experiencia comienza con las salsas, como la interesante wasmole, elaborada con wasabi y aguacate,  con un ligero picor que invita a bañar cualquier platillo, como los tacos Ninya, que llevan Rib Eye y van bañados con salsa de ajonjolí y acompañados de chiles toreados.
Otro hit son los esquites, cocinados con miso blanco, chiles encurtidos, mayonesa y chile japonés seco, listos para ser bañados con limón de colima, como la tradición mexicana -chilanga- lo prescribe.

Algo más fit es la ensalada de algas wuaca, perfecta para abrir boca. Lleva edamame, pepino y aderezo de la casa, muy refrescante.Para los comensales qwue gustan por bocados con un sabor más potente están las gyosas, pero aquí las rellenan de chorizo verde, aderezadas con almendras y cebollín, perfectas para ser maridadas con alguna cerveza artesanal.Sí, decíamos que Ninyas es un espacio para el convivio y qué mejor que hacerlo con el clásico shabu-shabu, solo que aquí lleva el toque mexicano, que incluye delgados cortes de Rib Eye marmoleados, flor de calabaza y los ingredientes japoneses como enoki, chicoria y zanahoria.El mar también está presente, se comrueba con el sahimi de robalo, bañado con una deliciosa salsa macha, cacahuate y dashi de hongo japonés.Para cerrar nada mejor que el flan crumble de té negro, que lleva un toque de miso blanco.Ninya cuenta con una buena selección de sakes, muy singulares. Ya sea por copeo o por botella. También cuenta cervezas artesanales mexicanas muy singulares, como La Chatita, una Gose de 4.2% de alcohol, elaborada por cervecería Porfirio, con pulpa de lichi y sal de mar de Cuyutlán, Colima.

DÓNDE: Versalles 21, Juárez
Instagram: @ninyas__