25 Hours Hotel Viena

El sueño es un circo

Por Alex Melo

25hours Hotel Vienna, ubicado en la zona MuseumsQuartier, de la capital de Austria, hace que los huéspedes se sumergan en un mundo artístico circense, entre payasos, magos, domadores de fieras y elefantes.

Sí, el hotel es un escenario fantástico, diseñado por el estudio Dreimeta, comandado por Armin Fischer, que tiene su base de operaciones en Augsburgo, Alemania, el laboratorio donde se conceptualizó esta idea surrealista que evita todo cliché, porque aquí todo es sexy, sorprendente y exótico, con colores vibrantes, una decoración compuesta por hallazgos vintage únicos y un papel tapiz exclusivo diseñado por el ilustrador Olaf Hajek, que se extiende en cada una de las 183 habitaciones y 34 suites, que están salpicadas de colores vivos y decoradas con murales circenses, también de Hajek, que transpiran ideas que parecen haber sido arrancadas de un sueño de Salvador Dalí. Hay bailarines con sombrillas, así como tigres y payasos espeluznantes que se paran de manos sobre los flancos de un caballo. 

Las lámparas de noche cuelgan del techo y están tejidas a mano, así como un mat para hacer yoga, un aro de hula hula y cortinas aterciopeladas que cubren los ventanales panorámicos que tienen vistas espectaculares de la ciudad.

La ubicación del hotel es privilegiada, está frente al Parlamento austriaco y se encuentra cerca de los principales monumentos, tiendas y centros comerciales, a las orillas del centro histórico de Viena.

Detrás del hotel se encuentran las calles adoquinadas del progresista distrito 7 de Viena, donde se encuentra Neubaugasse, la calle comercial de artículos de diseño especializado y vintage. A cinco minutos a pie al sur de 25 Hours se ubica el centro de arte contemporáneo, el Museumsquartier, que alberga el Museo Leopold y el Museo de Arte Contemporáneo.

El lobby es un centro de reunión de los hípsters en Viena, cuenta con un divertido centro de entretenimiento de juegos vintage, como una máquina pinball y una cabina de fotos ochentera que imprime tiras de selfies retro.

En todo el hotel reina un espíritu de alegre irreverencia. Se pueden ver inexplicables rejas de prisión que cuelgan frente a los espejos del ascensor, también un letrero sobre el mostrador de la recepción que dice “Don’t feed the monkeys!”, esto mientras la música electrónica suena en los parlantes para amenizar el encuentro entre turistas y locales.

Vistas increíbles

La terraza de la azotea es famosa por tener las mejores vistas de Viena y del MuseumsQuartier. Allí también se encuentra uno de los mejores bares e Viena, atendido por excelentes mixólogos.

En la red

www.25hours-hotels.com