Buddakan

Viaje culinario al lejano oriente

Por Pepe Treviño

Este parece el sueño de un restaurantero que quería satisfacer a los gourmands fanáticos de la gastronomía asiática. También podría ser el anhelo de un decorador de interiores que tuvo a su disposición casi 1,500 m2 para ejercer su trabajo.

Se trata de Buddakan, un restaurante neoyorquino que transforma una cena en un espectáculo a través de alusiones visuales que rozan en la confusión: un gigantesco tapiz renacentista te sorprende en la recepción, también se ven decenas de imágenes de Buda ingeniosamente exhibidas bajo un techo del comedor central tan alto como el Himalaya, además de una iluminación teatral dirigida, con gigantescos candelabros que parecen haber viajado de un pasado renacentista.

Esa es la primera impresión que se experimenta mientras las hostess te conduce a tu mesa después de haber echo lobbying en el bar, donde seguramente fuiste seducido por los brebajes que ejecuta el equipo de mixología.

Allí, en el salón donde se filmó una escena de la película Sex and the City, podrás comprobar por qué este spot se ha ganado su sitio en la ciudad de Nueva York por sus propios méritos, atrayendo a cientos de neoyorkinos que desean degustar una cocina dim sum, conformada por sopas de fideos, mariscos y singulares especialidades de la casa, como el pato estilo Pekín, vinos elegantes y cócteles especiales que se adaptan a cualquier tipo de celebración.

Esa es la filosofía que Stephen Starr, el empresario restaurantero, implementó en Buddakan de NY -hay otro Buddakan en la ciudad de Filadelfia-. Es la apoteosis para los que buscan un restaurante urbano posmilenial que promete un viaje al Lejano Oriente gracias al talento del chef, Michael Schulson, que ejecuta una cocina inteligente y creatividad.

Los platos imperdibles son el mao poe tofu, un platillo adictivo que mezcla especias exóticas con carne de cerdo picada y tofu. El tartár de atún es otro hit, cortado en cubitos sobre capas de huevo escalfado con aceite de cebolleta. Y no pueden faltar los rollitos primavera cantoneses, rellenos de camarones y pollo, crujientes por fuera y suaves como las nubes por dentro.

Buddakan es un lugar estimulante tanto para la vista como para el paladar, así se descubre durante la hora del postre y los digestivos. Buddakan es el pasaporte para disfrutar de los sabores exóticos en una atmósfera surrealista, que combina la serenidad de Asia con la extravagancia del París del siglo XVI.

  • Solo abre para la cena y suele estar bastante lleno, así que reserva desde aquí con tiempo.
  • Buddakan no complacerá por igual a los comensales de todas las edades. Se adapta mejor a los jóvenes, su mercado natural.

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buddakannyc.com